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sábado, 14 de abril de 2012

Te quiero, Luís Cernuda


Te quiero.
Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena
o iracundo como órgano impetuoso;
Te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;
Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas;
Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino;
Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.
Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.

En relación a la organización de las ideas, podemos dividir el poema en dos partes: la primera abarcaría desde el verso 1 al 17, donde podemos ver como el autor expresa su amor valiéndose de la naturaleza; por otro lado, la segunda parte ocupa los cinco últimos versos, en los que podemos observar como el poeta nos dice que él no solo amará en la vida, sino después de la muerte continuará amando.

El tema principal del poema es el amor eterno, incluso después de la muerte.

Luís Cernuda quiere expresar todo su amor a través de la naturaleza y de todas las formas posibles.Pero, no solo eso, sino que el poeta nos dice que su amor no solo se quedará en eso, sino que irá mucho más allá y seguirá amando incluso después de su muerte.

Luís Cernuda, natural de Sevilla, pertenece a la Generación del 27. El poema ante el cuál nos hayamos, pertenece a su libro ''Los placeres prohibidos'', que podríamos clasificar en la segunda de sus cuatro etapas, la etapa de la juventud.
Puesto que se trata de un poema de género lírico, podemos encontrar numerosas figuras estilísticas para embellecerlo y proporcionarle musicalidad.
Entre esas figuras, podemos destacar una antítesis entre la realidad y el deseo en todo el poema, también encontramos otras antítesis como las del verso 4-7 (Sol-Nubes) y15-16 (Miedo-Alegría); Encontramos una    anáfora en los versos 1 y 4 (Te lo he dicho con...) y en los mismo versos a su vez, un paralelismo; Por último, observamos también una comparación en el verso 2 (jugueteando como animalillo en la arena).
No siempre el amor va a ser inalcanzable. Yo creo que si verdaderamente estamos enamorados de esa persona haremos cualquier cosa por conquistarla, siempre y cuando no cambies ni tu forma de ser ni tus gustos, hay muchísimas maneras. La ambición es el último refugio del fracaso, por lo que no debemos echarnos atrás sin haberlo intentado.
Podemos confirmar que estamos ante un poema del género lírico, ya que presenta una estructura encuadrada.

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